Para los desarrolladores turístico significa un atractivo que puede ser vendido fácilmente a vacacionistas nacionales y extranjeros y para los ambientalistas, representa un riesgo que el turismo masivo, a través de un gran complejo turístico, llegue a este lugar sin la mayor conciencia y medidas que protejan este recurso natural.
El arrecife coralino es una de las contadas áreas arrecifales en el Pacífico Este y debido a su carácter de ecotono, resultado de la confluencia de especies provenientes de las provincias biogeográficas Panámica, Californiana, e Indo-Pacífico, la diversidad biológica que se encuentra es una de las más altas en la costa mexicana del Pacífico. Estas características, aunadas a la importancia de las actividades económicas para los residentes y para la región, así como la factibilidad de su manejo, fueron algunos de los elementos que condujeron a la Universidad Autónoma de Baja California Sur a promover su conservación.
Los antecedentes que existen con relación al estudio de los aspectos de conservación del Parque Nacional Cabo Pulmo, se refieren principalmente a las investigaciones hechas sobre el arrecife coralino. La necesidad de conservar el arrecife coralino de Cabo Pulmo, no se refiere solamente a la preservación de los procesos ecológicos y los recursos del ecosistema, sino también al mantenimiento de la relación hombre-arrecife a un nivel de impacto mínimo.
El Parque Nacional Cabo Pulmo fue inscrito como parte contratante ante la Convención RAMSAR, el 02 de Febrero del 2008. Esta Convención es un tratado intergubernamental que se firmó en la ciudad de Ramsar, Irán, en 1971, entrando en vigor a partir 1975 y busca preservar aquellos humedales que son de suma importancia a nivel mundial basado en diferentes criterios.
El desarrollo turístico Cabo Cortés, de la empresa española Hansa Urbana, contempla la construcción de 27 mil habitaciones, área residencial, clubes de playa, centros deportivos, áreas comerciales, tres campos de golf y una marina de casi 500 amarres y se ubicará a unos 7 kilómetros de la zona núcleo de Cabo Pulmo.
Actualmente en Cabo Pulmo operan pequeños negocios de hospedaje y alimentación para los visitante y que son propiedad de los mismos habitantes de esta población, que tienen un impacto mínimo en tierra y que no dañan el arrecife coralino, ya que las visitas al lugar son controladas por los mismos pobladores, que tienen una amplia cultura de la conservación.