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LORETO

La impresionante belleza de su bahía es lo primero que da la bienvenida al visitante. El municipio de Loreto, con 18 mil habitantes, es el más pequeño en extensión y en población, de los cinco que hay en Baja California Sur, pero es grande en importancia histórica y ecológica.
Cuenta con el Parque Marino Nacional Bahía de Loreto, decretado así debido a la importancia de sus recursos naturales, que estaban siendo depredados por la pesca comercial. Fue cuna de la colonización de las tres Californias (California, USA; Baja California y Baja California Sur), ya que aquí se creó la primera misión jesuita, por el padre Juan María de Salvatierra en 1697 y desde Loreto partieron los evangelizadores a crear otras misiones a todo lo largo de la península, hasta San Francisco, California.
Loreto es una pequeña comunidad que se ha mantenido casi intocada por la inversión económica, pero que aún así, ha habido ambiciosos proyectos que no se han logrado concretar del todo y otros ya están caminando. Su diversidad natural y paisajística despierta el interés de muchos cuando la conocen, pero mientras tanto, permanece oculta y solamente los más afortunados logran dar con ella.
La majestuosa sierra de La Giganta, es junto con su bahía, uno de sus más importantes símbolos. La caza, la pesca, el buceo y la exploración, son de las actividades más adecuadas en esta zona.
Frente a las costas loretanas se encuentran las islas Del Carmen y Coronado, que forman parte de la Reserva Natural de las Islas del Golfo de California, donde es posible conocer parte de la historia y de la naturaleza que caracteriza a la zona.
Desde Loreto se puede conocer comunidades y rancherías, siendo la más grande la de San Javier, donde se ubica la misión del mismo nombre, que es un claro ejemplo de lo que fue la cultura evangelizadora de los jesuitas.
Loreto es visitado con fines recreativos y de aprovechamiento de sus recursos naturales, pero también con fines de investigación científica, debido a su biodiversidad tanto en la tierra como en el mar.
En Loreto, el tiempo y los espacios parecen no tener fin. Nunca se está satisfecho, porque siempre hay más que ver y que hacer. Si quieren probarlo, ven a conocernos.

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