Con base en con algoritmos genéticos y con aportaciones de robótica y mecánica, investigadores politécnicos desarrollaron una prótesis para miembros inferiores, que cuenta con una “rodilla policéntrica” de reemplazo, que se implanta en personas que sufren amputación de piernas.
Esther Lugo González, egresada de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) Unidad Zacatenco, a través de su tesis doctoral “Diseño de mecanismos utilizando algoritmos genéticos con aplicación en prótesis para miembro inferior”, logró crear el prototipo de una prótesis funcional de control voluntario.
El desarrollo de su proyecto se basó en la aplicación de algoritmos genéticos como método de optimización para dar solución a la problemática que a nivel nacional se presenta entre la población que ha sufrido la amputación de una pierna y requiere de una prótesis, que en su mayoría son importadas y morfológicamente no adecuadas para los mexicanos.
“La novedad en este caso es que dependiendo de la actividad del paciente se hace el diseño y se crea la mejor prótesis para que lleve una vida lo más normal posible; es decir, puede caminar, bajar y subir escaleras, casi como si tuviera su miembro inferior”, explicó.
Lugo González obtuvo el doctorado con la citada tesis y ganó el segundo lugar en la categoría de tesis a nivel posgrado en el área de Mecatrónica, en el Premio de Ingeniería de la Ciudad de México.
Comentó que con esta investigación obtuvo la metodología para la configuración específica de la prótesis de rodilla, la cual permite al usuario tener facilidad de movimiento y mayor estabilidad. Su doctorado lo realizó en la ESIME, Unidad Zacatenco, en el área de Biomecánica, y explicó que “la idea principal es utilizar una herramienta computacional para determinar de manera fácil las medidas que debe tener la prótesis, dependiendo de la problemática que tenga el paciente y, por lo tanto, el diseño es personalizado, y el uso de los algoritmos ayuda a que sea más fácil realizarlo”.
Señaló que el desarrollo de esta prótesis es para quienes carecen del pie, tobillo y la rodilla, y su principal beneficio es permitirle al usuario la mayor destreza para que retome las actividades que realizaba en su vida cotidiana, antes de perder el miembro inferior.
En su trabajo, la investigadora politécnica resaltó que con este proyecto se sientan las bases para el desarrollo de prótesis avanzadas que reproducen el movimiento de la rodilla, con tecnología y manufactura nacional, lo que permitirá “la construcción de prótesis a la medida y cubriendo las necesidades de los mexicanos”.
Lugo González informó que en colaboración con el doctor Juan José Muñoz se desarrolló esta prótesis que se implantó en el ingeniero Israel Omaña Velázquez, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco, quien sufrió, a la edad de siete años, la amputación de su pierna izquierda. Actualmente, la implantación le ha permitido mayor libertad y movimiento. Añadió que la “rodilla” está elaborada con aluminio y brinda gran estabilidad a quien la utilice, ya que es de control voluntario.
Lo interesante es que por medio de algoritmos genéticos se calculan las dimensiones que deben tener cada una de las partes, como son los eslabones o barras, con los que se elaboró la rodilla personalizada.
La investigadora politécnica destacó que desde hace cuatro años, cuando inició su doctorado, se enfocó a la parte mecánica, mientras que Juan José Muñoz lo hizo a la parte de control, “porque la finalidad es llegar a una prótesis robótica, en la que el paciente no necesite aplicar tanta fuerza y evitar el cansancio”.
En el grupo multidisciplinario que trabaja con Lugo González para lograr una prótesis robótica se encuentran Juan José Muñoz e Israel Omaña Velázquez, de la ESIME, Unidad Zacatenco; ortopedistas del Instituto Nacional de Rehabilitación y terapeutas, entre otro personal del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
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